¿Magia buena?

Durante muchos años practiqué la magia de una forma que ahora veo inconsciente, no por que ahora mismo no hiciera aquello que hacía entonces, sino por que tuve la buena suerte de no meter la pata hasta el fondo, pues yo tendría 12 años y ya trasteaba con deidades, muertos y velas. Sin ningún tipo de supervisión ni guía más allá de los foros de internet y algún libro de brujería casera (por aquel entonces todo era o wiccano o amarres o endulzamientos o jarras de bruja... lo dificil en mi experiencia era encontrar algo distinto a eso en internet).

Total, que la maravillosa adolescencia llegó, con su maravillosa autoflagelación (ay, que tiempos, menos mal que se cura con el tiempo).

Y para mi, todo aquello minimamente malo que me pasara, era por haber utilizado la magia en post de mi beneficio (que es para lo que está, que no se crearon las escaleras para que el vecino ruidoso se tirara por ellas, que se crearon para huir de él por no matarle). Esto me generó un miedo ATROZ a la magia que no era capaz de reconocer, solo me permitía hacerme limpiezas y al final, ni eso. Siendo medium, en plena adolescencia, más todos los demás adolescentes que había a mi alrededor, os podéis imaginar que flaco favor me hizo esa creencia (gracias educación judeocristiana, muchas gracias, z****).

Con el paso del tiempo y un par de desaires instintivamente reacudí a la magia, esta vez si podría decir que hice "magia negra", de la cual me arrepentí enormemente y cosa mala que me llegara (aunque fueran perder las llaves) cosa que creía que me merecía. A demás realmente las "represarias" que pudiera tener, algo me decía que con mi profundo y agonizante (que lo era, os lo prometo) arrepentimiento la balanza había sido equilibrada (os podéis imaginar el dramón).

Ahora, pienso en ese trabajo concreto y estoy absolutamente segura de que era lo mejor que podía hacer, sinceramente, en el momento lo sentía y a día de hoy creo que el sujeto al que lo realicé se merecía aquello y mucho más.

Mi moraleja al mirar en la distancia y ver esa etapa de mi vida, es que el creer que en la magia hay colores me hizo sentir indefensa, culpable y muy seguramente, por eso mismo al final acabé sintiéndome peor de lo que me habría sentido de haber podido hablar con alguien del tema.

Runa dijo hace tiempo
"la magia no es ni blanca ni negra, es del color  del corazón de la bruja o brujo"
Estoy absolutamente de acuerdo, por lo que os comento, visto en la distancia, conociendome, se que soy buena persona y que en el momento en el que podría hablar de magia negra, muy seguramente, fue gris. A lo mejor algún día me animo a contarlo, que es un poco fuerte el tema.

También he comprendido que la magia y la bruja están al servicio del corazón. Que es un derecho de nacimiento, que es muy duro mirar dentro de una y ver que está fallando y ponerse a ello. Que la magia no está maldita, que la magia, es un regalo que tenemos la suerte de aceptar solo con seguir vivos.

¿Te ha pasado?



Comentarios